DISNEY: La infancia bajo amenaza

 Una de las consecuencias de la toma de conciencia es el descubrimiento de la enorme responsabilidad que tenemos en la educación de nuestros hijos.image

Presencia de un pene erecto en el castillo de La Sirenita . La misma sirenita luce un cuerpo muy sexy, semejante al de los comics para adultos.

Históricamente la rubia es Maria, la Virgen, pura (la Cenicienta) y la sexy  pelirroja, la María Magdalena

image   image
El personaje de Roger Rabbit en su vuelo abre la boca, separa las piernas y muestra su sexo.  
 imageimageimage

Las películas de Disney, no buscan infantilizar al niño, que ya es infantil, sino confundirlo e instruirlo en lo que se espera de él: convertirse en un adulto infantilizado, crédulo, miedoso, estereotipado, competitivo, violento, consumista y, sobre todo, respetuoso con el establishment, lo que viene a llamarse estar "bien educado".


Las historias de Disney se presentan como cuentos tradicionales, esos cuentos de toda la vida, pero son precisamente todo lo contrario. En lugar de inculcar los valores de la sociedad tradicional, el respeto y el cuidado a los mayores y a la Madre Tierra, la no violencia y la paciencia, se dedica a la formación integral del ser humano de la Posmodernidad: de raza blanca, limpio, urbanita, con coche, sumiso, obediente y sólo preocupado por lograr un estatus social de comodidad material en plena sintonía con el orden establecido. Pero el imaginario infantil es al mismo tiempo amueblado con el miedo a peligros mayores y desconocidos y las armas como apéndice virilizante, indispensable en la indumentaria de los héroes. La base del mensaje de Disney es la meritocracia, una creencia casi religiosa de la democracia en los EEUU según la cual si haces méritos, el sistema te premiará, además también insiste en decir: "si de verdad deseas algo con todas tus fuerzas, se hará realidad". Este mensaje define que el deseo por conseguir algo, es la base de nuestro éxito, por lo tanto, cuanto más deseemos, más éxito tendremos, y si no lo conseguimos, es por nuestra culpa: nuestro deseo no es lo suficientemente genuino. (El deseo como origen y mecanismo, y la acción como medio: parece un curso de motivación empresarial.)



En Disney, el estudio y la reflexión siempre tienen un fin tecnológico, práctico, y son la actividad de inventores lunáticos, chiflados y solitarios.


El esfuerzo, la honestidad, la paciencia, la observación crítica no aparecen por ninguna parte, parecen ser valores de otro planeta. La admiración y el respeto ante el misterio de la Vida en la Naturaleza también. Los alimentos parecen autogenerarse en la nevera que siempre está llena. El ordenador, la televisión, el coche, el chicle, el beisbol y la tontería parecen ser de una necesidad existencial absoluta para la felicidad de la juventud.



El bosque no tiene actualidad real, es un marco mítico e irreal, generalmente oscuro y peligroso. Del mismo modo que el mar es un lugar de vacaciones o un mítico espacio irreal. Disney nunca enseña a amar y respetar la Naturaleza, siendo ésta un decorado mítico de lugares y tiempos remotos. La principal presencia de la Naturaleza consiste en el jardín que rodea la casa en una urbanización, con césped y barbacoa obligatorios.

 La factoría Disney ha ayudado a inculcar en la infancia los valores de la sociedad actual. Pero tal vez los valores más universales son su concepción simplista y maniquea del bien y el mal (la fealdad es maldad y la belleza es bondad, mayoritariamente rubia); las claras diferencias sociales entre ricos y pobres; la riqueza siempre está basada en lo material, y expresada a través de casas, coches, ropa y joyas, la riqueza espiritual no aparece pues también es de otro planeta; la uniformidad suele ser presentada en grandes y alegres coreografías dónde una gran masa canta y baila llena de felicidad dirigida por un personaje superior, habitualmente mágico . Y, lo más perverso, amparándose en las fábulas de La Fontaine, equipara desde hace más de medio siglo, al hombre con el animal de una manera aparentemente inocente, algo que, sabiendo los que ya sabemos sobre la eugenesia, más parece ser un eco de la mirada de Galton y Darwin cuando, contemplando los animales de la granja, pensaban en cómo controlar a los seres humanos para hacer a la Humanidad más rentable.

En El Rey león , las estrellas escriben la palabra sex en el cielo. En Bernardo Y Bianca , los ratones al sobrevolar los edificios, en una ventana aparece una joven con los brazos abiertos y la cara vendada, con los pechos desnudos, es decir, una mujer que está siendo sometida a abusos sexuales. Tras las innumerables denuncias, Disney retiró las películas y modificó la cinta original.
La presencia de imágenes sexuales subliminales en las películas animadas de Disney de los últimos 40 años puede sorprender al lector, sin embargo son demasiado numerosas para no ser intencionadas.

imageimage


El satanismo aparece también de forma recurrente e injustificada. En la pesadilla de Dumbo aparecen elefantes satánicos que cantan al Diablo, a los "parientes de Satanás", a "las ánimas del terror".


En el film El libro de la Jungla , la serpiente dice a Mowgly que mire a sus ojos, porque lo llevará hacia el abismo, de donde jamás podrá salir. En la película Robin Hood , el héroe usa una bola de cristal para llamar al príncipe de las tinieblas y hace conjuros colocando los dedos de su mano en señales reconocidas como las mismas utilizadas por los satanistas para invocar al demonio. En el film Hércules , el diablo sale del medio del abismo y dice que su nombre es Hades, el señor de la muerte. El gato de La Cenicienta se llama Lucifer. Pokahontas en indígena es una invocación al espíritu (Poca) del abismo (Hontas) . Pueden ser casualidades, pero la invocación a Satanás no es un ingrediente necesario en los cuentos dirigidos a la infancia.


imageimage
imageimage



Se ha resaltado, en las obras de Disney (algunas amparadas en cuentos tradicionales de Grimm o Perrault, como referencia a la alta cultura), una frecuente orfandad entre sus protagonistas: Bambi empieza con la muerte de su madre por un cazador, Dumbo debe vivir sólo, separado de su madre que está muy triste y enjaulada, Blancanieves (Grimm) y Cenicienta son huérfanas, en el Rey León, el heredero queda huérfano.





imageimage

El seductor camello, con un esmoquin a la James Bond y una joven rubia provocativa en el fondo, tiene una boca que luce unos labios semejantes a los labios vaginales, mientras la nariz simula un pene, siendo los ojos los testículos. Las latas de Pepsi escriben la palabra Sex.

La persuasión subliminal es un mecanismo ya clásico de la publicidad que consiste en introducir símbolos fálicos o eróticos, o relativos a la muerte y el miedo con dos intenciones: generar en el espectador adulto un interés, un acicate hacia una película destinada a los niños, de tal manera que éste tenga cierta satisfacción, aunque inconsciente, al ver la película y no se resista a acompañar a sus hijos cuando éstos se lo pidan. Pero también, y lo más perverso, para mantener el inconsciente de la población, y desde la infancia, ocupado y preocupado por el nivel más bajo del ser humano: el sexo y el miedo. Y ahora también la banalización o normalización de las armas, la guerra, la destrucción y la violencia, en las llamadas "películas de acción".

image



Armas poderosas y mejora genética. "El mundo necesita grandes héroes genéticamente geniales", ni siquiera los niños se salvan del proyecto de invasión imperialista y transhumanista de manipulación genética para conseguir mejorar la raza. El hamster monísimo es la mejor cohartada para mandar todos los mensajes que se quiera.



Pero tal vez, la más sospechosa cinta de animación de Disney de los últimos años es Monsters Inc, , en la que un gobierno que se administra como una empresa, se mantiene gracias a la energía producida por el miedo de los niños inocentes. Los monstruos viven engañados por una burocracia que asegura que el terror es la única manera de que la sociedad perviva .



image


Esta cinta está también fechada en el fatídico año de 2001 (el del 11-S), y parece el producto final de las ideas clasistas y eugenésicas de Galton y Darwin, sumadas a la ingeniería social de Bernays, basada en la Gestión del Terror, el TMT o Terror Managment Theory , y la burocracia kafkiana al servicio de las grandes corporaciones que dirigen la política internacional. Que semejante diabólico guión sea considerado oportuno para el ocio de la infancia es, por lo menos, preocupante, y sólo puede ser explicado por intenciones de adoctrinamiento de la parte más vulnerable de la sociedad, para que vaya aprendiendo a aceptar su sufrimiento y miedo como lógicos y necesarios para la supervivencia del sistema .




image

Además de Disney, en el cine infantil se ha producido una nueva corriente que niega el valor del mundo infantil, trasladando el mundo adulto a la infancia, con todas sus perversiones, decadencias y miserias, pero con las adaptaciones propias de la edad. Así, se niega y destruye la vivencia infantil del mundo para hacer de ese niño, un adulto inmaduro desde su infancia, mermando así la belleza del corazón infantil y deconstruyendo los valores que le dan resistencia y fuerza moral. Resumiendo, el niño, cogido desde su tierna infancia para su instrucción perfectamente implementada, se convertirá en un adulto inmaduro e inconsciente, competitivo, materialista, frívolo, amante de las armas como medio de solucionar conflictos, y militante del sistema. El análisis del cine infantil, dibujos animados y video juegos destinados a la infancia es, si cabe, aún más trágico que el cine de adultos. El niño, por su inocencia y pureza, por su frescura e ingenuidad, porque en él todo es posible, lógicamente, es la principal diana de este proceso destructor del ser humano. Y como capitán de ese objetivo tenemos a la gloriosa supercorporación Disney.
De nuevo, nos queda tomar conciencia, y pasar a la acción.

De nosotros depende.
El poder está en nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agregar un comentario